Lo que más me llama la atención del récord del mundo del domingo pasado de Patrick Makau no es la marca sino la forma en que se ha conseguido. Este mismo año en Boston, Mutai entró en 2:03:02, marca sin ser oficializada por el perfil positivo de Boston. A pesar de ello, la marca de Makau (2:03:38), aunque estratosférica, no me sorprende sobremanera.
Estoy convencido de que antes de tres años el récord del mundo vuelve a caer. La cantidad de atletas que se acercan peligrosamente a 2:04:00 es muy larga por el momento. A la mínima que las liebres hagan un trabajo perfecto como el domingo y la climatología ayude, el récord del mundo volverá a caer acercándose cada vez más a 2:03:00. Intuyo que en pocos años habrá más de cuatro o cinco atletas que hayan pulverizado la marca de Gebrelassie.
Pero como he dicho antes, no me impresiona tanto la marca sino cómo se ha logrado. Básicamente hay tres formas de correr en maratón:
Estoy convencido de que antes de tres años el récord del mundo vuelve a caer. La cantidad de atletas que se acercan peligrosamente a 2:04:00 es muy larga por el momento. A la mínima que las liebres hagan un trabajo perfecto como el domingo y la climatología ayude, el récord del mundo volverá a caer acercándose cada vez más a 2:03:00. Intuyo que en pocos años habrá más de cuatro o cinco atletas que hayan pulverizado la marca de Gebrelassie.
Pero como he dicho antes, no me impresiona tanto la marca sino cómo se ha logrado. Básicamente hay tres formas de correr en maratón:
- En positivo (positive split): se hace la primera mitad más fuerte y la segunda más lento. Esto es propio de los corredores con menos experiencia, de los populares, de los que se conocen poco, de los osados y de los poco entrenados. Es una estrategia bastante suicida. Es típico de los que salen muy fuerte y a los que la maratón pone en su sitio a partir del kilómetro 30. Hay una regla de oro maratoniana que dice que por cada segundo por milla que salgas al principio por encima de tus posibilidades, perderás cuatro segundos por milla al final.
- En negativo (negative split): propio de los que se conocen mucho, de los que saben controlar su ritmo inicial durante muchos kilómetros para ir gradualmente apretando en progresión, acabando la segunda mitad de la carrera más fuerte que la primera. Esta es la típica estrategia del veterano, uno intenta llegar al final fuerte. Mi primera maratón (Madrid 2009) fue así, aunque no por estrategia sino por miedo a la distancia. Adelanté 1.000 puestos en los últimos diez kilómetros. La sensación de acabar fuerte es indescriptible. Pero a medida que uno va a por marca, esta estrategia es muy difícil de llevar, sólo al alcance de los profesionales. Uno puede perder mucho tiempo al principio y el paso de los kilómetros impedirte que lo recuperes al final.
- Ritmo constante (even). Aquí se sale y se acaba prácticamente al mismo ritmo. Muchas carreras se ganan de esta forma, los keniatas salen fuerte y acaban fuerte. Esta es la estrategia que le va a mi ritmo de corredor diesel. Salgo, pongo el piloto automático y resisto hasta el final. En Dublín prácticamente igualé el tiempo de las dos medias, con poca diferencia. Esta probablemente será mi estrategia para Liverpool, saldré a mi ritmo natural e intentaré resistir hasta el final, sin acelerones, sin euforia, sin sentimientos, sin dolor.
A cualquiera le puede parecer que para un corredor de élite salir con el cuchillo entre los dientes a sabiendas de que puede morir al final es un disparate. Pero en este deporte gana el que arriesga, a igualdad de forma física, gana el que arriesga. Y eso hizo Makau en Berlín, batió el récord del mundo con una estrategia de corredor popular osado, corrió de más a menos.
El gráfico de abajo es bastante claro:
El gráfico compara los parciales de Makau (verde) con los del récord del mundo previo de Gebre (rojo). En el medio en línea de puntos está el nivel para batir el récord del mundo de maratón. En números debajo está el acumulado en segundos en cada punto kilométrico entre Makau y Gebre en el récord anterior. Parece bastante claro que el récord del mundo de Makau lo consiguió entre el kilómetro 10 y el 35, en el kilómetro 30 ya llevaba 47 segundos de diferencia respecto al récord anterior de Gebre.
Makau le ha sacado 21 segundos a Gebre, eso es medio segundo por kilómetro que nosotros corredores populares sabemos que no es nada. Las liebres tienen que ir con una precisión extraordinaria para llegar a esos niveles de perfección en el ritmo. La primera mitad de carrera se corrió un segundo por kilómetro por debajo del anterior récord del mundo, lo cual es una auténtica pasada. Salir así de fuerte para un popular como nosotros supone casi con total seguridad darse con el muro en el km 35. Los comentaristas hablaban de la estrategia de Makau como "suicida". Ciertamente cuando he utilizado una estrategia similar a mi nivel, lo he pasado mal al final. Todos sabemos aquello de "hay que salir lento e ir corriendo en progresión", pero tipos como Makau nos hacen dudar, el que quiere mejorar marca tiene que arriesgar.
Cuando quedaban sólo 7 kilómetros, sólo una pájara monumental iba a quitarle el récord a Makau. Aquí Makau pagó el esfuerzo inicial. En el gráfico se ve cómo en este último segmento de la carrera Gebre fue mucho más rápido que él en 2008. Mientras Gebre hizo el récord del mundo de menos a más, Makau lo consiguió con la estrategia "suicida" de ir de más a menos, acumulando tal "colchón" de ventaja que ya era imposible perder el récord del mundo. En el gráfico se ve la línea roja de Gebre hacia abajo y la de Makau hacia arriba perdiendo cada vez más y más ventaja.
He leido por ahí que Makau aflojó al final a propósito para asegurarse otro récord del mundo en el futuro. Sabedor de que el récord era suyo utilizó una estrategia a los Sergei Bubka que hacía los récords del mundo de centímetro en centímetro para así maximizar las ganancias de los patrocinadores. No sé si esto es cierto o no, lo único cierto es que en la maratón el que quiere mejorar marca tiene que arriesgar con el consiguiente resultado de que es fácil pinchar y perderlo todo si la estrategia no es absolutamente precisa. Las marcas se consiguen primero entrenando y luego arriesgando, y Makau lo ha demostrado.
El gráfico de abajo es bastante claro:
El gráfico compara los parciales de Makau (verde) con los del récord del mundo previo de Gebre (rojo). En el medio en línea de puntos está el nivel para batir el récord del mundo de maratón. En números debajo está el acumulado en segundos en cada punto kilométrico entre Makau y Gebre en el récord anterior. Parece bastante claro que el récord del mundo de Makau lo consiguió entre el kilómetro 10 y el 35, en el kilómetro 30 ya llevaba 47 segundos de diferencia respecto al récord anterior de Gebre.
Makau le ha sacado 21 segundos a Gebre, eso es medio segundo por kilómetro que nosotros corredores populares sabemos que no es nada. Las liebres tienen que ir con una precisión extraordinaria para llegar a esos niveles de perfección en el ritmo. La primera mitad de carrera se corrió un segundo por kilómetro por debajo del anterior récord del mundo, lo cual es una auténtica pasada. Salir así de fuerte para un popular como nosotros supone casi con total seguridad darse con el muro en el km 35. Los comentaristas hablaban de la estrategia de Makau como "suicida". Ciertamente cuando he utilizado una estrategia similar a mi nivel, lo he pasado mal al final. Todos sabemos aquello de "hay que salir lento e ir corriendo en progresión", pero tipos como Makau nos hacen dudar, el que quiere mejorar marca tiene que arriesgar.
Cuando quedaban sólo 7 kilómetros, sólo una pájara monumental iba a quitarle el récord a Makau. Aquí Makau pagó el esfuerzo inicial. En el gráfico se ve cómo en este último segmento de la carrera Gebre fue mucho más rápido que él en 2008. Mientras Gebre hizo el récord del mundo de menos a más, Makau lo consiguió con la estrategia "suicida" de ir de más a menos, acumulando tal "colchón" de ventaja que ya era imposible perder el récord del mundo. En el gráfico se ve la línea roja de Gebre hacia abajo y la de Makau hacia arriba perdiendo cada vez más y más ventaja.
He leido por ahí que Makau aflojó al final a propósito para asegurarse otro récord del mundo en el futuro. Sabedor de que el récord era suyo utilizó una estrategia a los Sergei Bubka que hacía los récords del mundo de centímetro en centímetro para así maximizar las ganancias de los patrocinadores. No sé si esto es cierto o no, lo único cierto es que en la maratón el que quiere mejorar marca tiene que arriesgar con el consiguiente resultado de que es fácil pinchar y perderlo todo si la estrategia no es absolutamente precisa. Las marcas se consiguen primero entrenando y luego arriesgando, y Makau lo ha demostrado.