Killian jornet, Ton krupicka y demás corredores profesionales han tratado de responder a la pregunta ¿por qué corremos?
Todos ellos lo llevan al lado sensorial, alejándolo del lado físico.
No me parezco ni de lejos a ninguno de ellos y, posiblemente, tú tampoco…pero te has preguntado alguna vez ¿por qué corres? ¿De qué estás huyendo?
Normalmente corres solo, te pones las zapatillas que mejor se adaptan a ti, esas mallas que nunca te han hecho una rozadura, esa camiseta que siempre te ha traído buenos resultados, finalmente coges tu ipod, que previamente has llenado de esa música que sólo a ti te gusta y que te hace sentir vivo…
Sales a la calle, la gente te mira, si es que a la hora que entrenas hay algún alma en la calle…a malas siempre habrá un barrendero que empieza su turno o un taxista que termina su jornada…¿que pensarán?
¿ realmente te importa?
Comienzas a caminar, el dolor que tenías ayer no ha desaparecido…poco a poco vas dejando metros a tu espalda. Pero, son solo metros o vas dejando algo más? Piensa…dónde se está quedando tu miedo?
Das “la zancada” y se inicia una serie de km, no importan el número, la intensidad, ni la medias…solo importa lo que estás haciendo, estás corriendo!
Después de unos minutos u horas todos los pensamientos que tienes en tu cabeza van apareciendo uno a uno ante ti.
Un mal día en el trabajo, discusiones con tu pareja, problemas físicos…van pasando como si hubieran cogido su número.
Sigues corriendo y poco a poco las soluciones van surgiendo por si solas potenciadas por el gran volumen de sangre que bombea tu corazón.
Los problemas van pasando, solucionados todos ellos o con una idea más clara de qué hacer o cómo hacerlo…¿Dónde estaba esa respuesta ayer, dónde estaba cuando tú la buscabas sentado frente a tu ordenador?
Sigues corriendo y todo lo que antes te producía miedo se desvanece, esa conversación con tu pareja la ves ahora necesaria, esa reunión con tu superior serías capaz de realizarla justo después de la ducha, te sientes eufórico, motivado y confiado…ningún problema, ni nadie va a superarte, ahora eres tú el que corres en busca de ellos y son ellos los que tienen miedo…
Llegas a tu meta, lo has conseguido, has cumplido tus objetivos y has eliminado tus excusas, y sí, lo has hecho solo, nadie ha venido a ayudarte…
Cuando algo te pese o sientas que alguien te quita algo que es tuyo…sal, suda, llora y corre, tu meta llegará a base de kilómetros.
Corre y vive.
Y tú ¿Por qué corres?
foto: Kilian Jornet “Correr o morir”
De josemaria.
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